Luz en mi sendero, domingo 25 de febrero de 2024. Domingo II de Cuaresma.

Saludos de los PP. Alvaro Sáenz Zúñiga y Miguel Picado Gatjens.

Dios no acepta ningún sacrificio humano, aunque si el de su Hijo, por nuestra redención. Nosotros ya no morimos. Pero para que los apóstoles no se desanimen y crean en Jesús, Dios permite que lo vean tal cual es, lo transfigura, y ellos lo ven como Dios. Ante el impacto Dios les reitera que ese es su Hijo y que debemos escucharlo.

Las lecturas de hoy:

Libro de Génesis 22,1-2.9-13.15-18.

Después de estos acontecimientos, “Dios puso a prueba a Abraham “¡Abraham!”, le dijo. El respondió: “Aquí estoy”.

Entonces Dios le siguió diciendo: “Toma a tu hijo único, el que tanto amas, a Isaac; ve a la región de Moria, y ofrécelo en holocausto sobre la montaña que yo te indicaré”.

Cuando llegaron al lugar que Dios le había indicado, Abraham erigió un altar, dispuso la leña, ató a su hijo Isaac, y lo puso sobre el altar encima de la leña. Luego extendió su mano y tomó el cuchillo para inmolar a su hijo. Pero el Ángel del Señor lo llamó desde el cielo: “¡Abraham, Abraham!”.

“Aquí estoy”, respondió él.

Y el Ángel le dijo: “No pongas tu mano sobre el muchacho ni le hagas ningún daño. Ahora sé que temes a Dios, porque no me has negado ni siquiera a tu hijo único”.

Al levantar la vista, Abraham vio un carnero que tenía los cuernos enredados en una zarza. Entonces fue a tomar el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.

Luego el Ángel del Señor llamó por segunda vez a Abraham desde el cielo, y le dijo: “Juro por mí mismo – oráculo del Señor – : porque has obrado de esa manera y no me has negado a tu hijo único, yo te colmaré de bendiciones y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar. Tus descendientes conquistarán las ciudades de sus enemigos, y por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra, ya que has obedecido mi voz”.

Salmo 116(115),10.15.16-17.18-19.

R. Caminaré en presencia del Señor.

  • Tenía confianza, incluso cuando dije:
  • “¡Qué grande es mi desgracia!”.
  • ¡Qué penosa es para el Señor
  • la muerte de sus amigos! R.

  • Yo, Señor, soy tu servidor, lo mismo que mi madre:
  • por eso rompiste mis cadenas.
  • Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
  • e invocaré el nombre del Señor. R.

  • Cumpliré mis votos al Señor,
  • en presencia de todo su pueblo.
  • en los atrios de la casa del Señor,
  • en medio de ti, Jerusalén. R.

Carta de San Pablo a los Romanos 8,31b-34.

¿Qué diremos después de todo esto? Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿no nos concederá con él toda clase de favores?

¿Quién podrá acusar a los elegidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién se atreverá a condenarlos? ¿Será acaso Jesucristo, el que murió, más aún, el que resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros?

Evangelio según San Marcos 9,2-10.

Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan, y los llevó a ellos solos a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos. Sus vestiduras se volvieron resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo podría blanquearlas. Y se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.

Pedro dijo a Jesús: “Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”. Pedro no sabía qué decir, porque estaban llenos de temor.

Entonces una nube los cubrió con su sombra, y salió de ella una voz: “Este es mi Hijo muy querido, escúchenlo”.

De pronto miraron a su alrededor y no vieron a nadie, sino a Jesús solo con ellos. Mientras bajaban del monte, Jesús les prohibió contar lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos.

Ellos cumplieron esta orden, pero se preguntaban qué significaría “resucitar de entre los muertos”.

Luz en mi sendero, domingo 18 de febrero de 2024. Domingo I de Cuaresma.

Saludos de los PP. Alvaro Sáenz Zúñiga y Miguel Picado Gatjens.

Los bautizados, sobrevivientes del diluvio, sabemos que el Espíritu está en nosotros y que podremos resucitar. Jesús, Dios hecho carne, que asume la vida humana, lleno del Espíritu, enfrenta todas las angustias y tentaciones sin caer en ellas y, entre fieras y ángeles, nos recomienda convertirnos y vivir una vida nueva, porque el reino de los cielos está cerca.

Las lecturas de hoy:

Libro de Génesis 9,8-15.

Dios siguió diciendo a Noé y a sus hijos:

“Yo establezco mi alianza con ustedes, con sus descendientes, y con todos los seres vivientes que están con ustedes: con los pájaros, el ganado y las fieras salvajes; con todos los animales que salieron del arca, en una palabra, con todos los seres vivientes que hay en la tierra. Yo estableceré mi alianza con ustedes: los mortales ya no volverán a ser exterminados por las aguas del Diluvio, ni habrá otro Diluvio para devastar la tierra”.

Dios añadió: “Este será el signo de la alianza que establezco con ustedes, y con todos los seres vivientes que los acompañan, para todos los tiempos futuros: yo pongo mi arco en las nubes, como un signo de mi alianza con la tierra. Cuando cubra de nubes la tierra y aparezca mi arco entre ellas, me acordaré de mi alianza con ustedes y con todos los seres vivientes, y no volverán a precipitarse las aguas del Diluvio para destruir a los mortales.

Salmo 25(24),4-5ab.6-7bc.8-9.

R. Guía nuestros pasos, Señor, por el camino de la paz,

  • Muéstrame, Señor, tus caminos,
  • enséñame tus senderos.
  • Guíame por el camino de tu fidelidad;
  • enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvador. R.

  • Acuérdate, Señor, de tu compasión y de tu amor,
  • porque son eternos.
  • Por tu bondad, Señor,
  • acuérdate de mí según tu fidelidad. R.

  • El Señor es bondadoso y recto:
  • por eso muestra el camino a los extraviados;
  • él guía a los humildes para que obren rectamente
  • y enseña su camino a los pobres. R.

Epístola I de San Pedro 3,18-22.

Cristo padeció una vez por los pecados –el justo por los injustos- para que, entregado a la muerte en su carne y vivificado en el Espíritu, los llevara a ustedes a Dios. Y entonces fue a hacer su anuncio a los espíritus que estaban prisioneros,a los que se resistieron a creer cuando Dios esperaba pacientemente, en los días en que Noé construía el arca. En ella, unos pocos -ocho en total- se salvaron a través del agua.

Todo esto es figura del bautismo, por el que ahora ustedes son salvados, el cual no consiste en la supresión de una mancha corporal, sino que es el compromiso con Dios de una conciencia pura, por la resurrección de Jesucristo, que está a la derecha de Dios, después de subir al cielo y de habérsele sometido los Angeles, las Dominaciones y las Potestades.

Evangelio según San Marcos 1,12-15.

En seguida el Espíritu lo llevó al desierto, donde estuvo cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivía entre las fieras, y los ángeles lo servían.

Después que Juan fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo: “El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia”.

Luz en mi sendero, domingo 11 de febrero de 2024. VI del Tiempo Ordinario.

Saludos de los PP. Alvaro Sáenz Zúñiga y Miguel Picado Gatjens.

Jesús es enfrentado por un leproso que busca ser purificado, un hombre que sabe que Jesús puede curarlo, pero que quiere indagar su voluntad. La lepra era motivo de exclusión de la comunidad. Jesús de Nazaret, portador de la bandera de la inclusión, la incorporación, lo sanará tocándolo. Si Jesús nos purifica, hagamos nosotros todo lo posible por ser parte de ese proceso de santificación universal.

Las lecturas de hoy:

Libro del Levítico 13,1-2.45-46.

El Señor dijo a Moisés y a Aarón:

Cuando aparezca en la piel de una persona una hinchazón, una erupción o una mancha lustrosa, que hacen previsible un caso de lepra, la persona será llevada al sacerdote Aarón o a uno de sus hijos, los sacerdotes. La persona afectada de lepra llevará la ropa desgarrada y los cabellos sueltos; se cubrirá hasta la boca e irá gritando: “¡Impuro, impuro!”

Será impuro mientras dure su afección. Por ser impuro, vivirá apartado y su morada estará fuera del campamento.

Salmo 32(31),1-2.5.11.

R. Me alegras con tu salvación, Señor.

  • ¡Feliz el que ha sido absuelto de su pecado y liberado de su falta!
  • ¡Feliz el hombre a quien el Señor
  • no le tiene en cuenta las culpas,
  • y en cuyo espíritu no hay doblez! R/

  • Pero yo reconocí mi pecado,
  • no te escondí mi culpa,
  • pensando: «Confesaré mis faltas al Señor».
  • ¡Y tú perdonaste mi culpa y mi pecado!. R/

  • ¡Alégrense en el Señor,
  • regocíjense los justos!
  • ¡Canten jubilosos los rectos de corazón! R./

Carta I de San Pablo a los Corintios 10,31-33.11,1.

Hermanos

Sea que ustedes coman, sea que beban, o cualquier cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios. No sean motivo de escándalo ni para los judíos ni para los paganos ni tampoco para la Iglesia de Dios.

Hagan como yo, que me esfuerzo por complacer a todos en todas las cosas, no buscando mi interés personal, sino el del mayor número, para que puedan salvarse. Sigan mi ejemplo, así como yo sigo el ejemplo de Cristo.

Evangelio según San Marcos 1,40-45.

Se acercó a Jesús un leproso para pedirle ayuda y, cayendo de rodillas, le dijo: “Si quieres, puedes purificarme”. Jesús, conmovido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: “Lo quiero, queda purificado”. En seguida la lepra desapareció y quedó purificado.

Jesús lo despidió, advirtiéndole severamente: “No le digas nada a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio”.

Sin embargo, apenas se fue, empezó a proclamarlo a todo el mundo, divulgando lo sucedido, de tal manera que Jesús ya no podía entrar públicamente en ninguna ciudad, sino que debía quedarse afuera, en lugares desiertos. Y acudían a él de todas partes.

Luz en mi sendero, domingo 28 de enero de 2024. IV del Tiempo Ordinario.

Saludos de los PP. Alvaro Sáenz Zúñiga y Miguel Picado Gatjens.

Cristo es la respuesta prometida por Dios desde siempre para nuestra salvación. Él es la Buena Noticia del reino. Nosotros debemos asumir con responsabilidad la evangelización que Él propone, porque queda poco tiempo. Hasta los espíritus impuros reconocen su autoridad y su procedencia divina. Él nos enseña de manera distinta que los demás y espera que nosotros lo imitemos. No vivamos moralizando ni marcando reglas. Aprendamos a vivir el amor.

Las lecturas de hoy:

Del Libro del Deuteronomio 18,15-20.

Moisés dijo al pueblo:

El Señor, tu Dios, te suscitará un profeta como yo; lo hará surgir de entre ustedes, de entre tus hermanos, y es a él a quien escucharán.

Esto es precisamente lo que pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb, el día de la asamblea, cuando dijiste: “No quiero seguir escuchando la voz del Señor, mi Dios, ni miraré más este gran fuego, porque de lo contrario moriré”.

Entonces el Señor me dijo: “Lo que acaban de decir está muy bien. Por eso, suscitaré entre sus hermanos un profeta semejante a ti, pondré mis palabras en su boca, y él dirá todo lo que yo le ordene.

Al que no escuche mis palabras, las que este profeta pronuncie en mi Nombre, yo mismo le pediré cuenta. Y si un profeta se atreve a pronunciar en mi Nombre una palabra que yo no le he ordenado decir, o si habla en nombre de otros dioses, ese profeta morirá”.

Salmo 95(94),1-2.6-7.8-9.

R. Ojalá escuchen hoy la voz del Señor.

  • ¡Vengan, cantemos con júbilo al Señor,
  • aclamemos a la Roca que nos salva!
  • ¡Lleguemos hasta él dándole gracias,
  • aclamemos con música al Señor! R.

  • ¡Entren, inclinémonos para adorarlo!
  • ¡Doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó!
  • Porque él es nuestro Dios,
  • y nosotros, el pueblo que él apacienta,
  • las ovejas conducidas por su mano. R.

  • Ojalá hoy escuchen la voz del Señor:
  • «No endurezcan su corazón como en Meribá,
  • como en el día de Masá, en el desierto,
  • cuando sus padres me tentaron y provocaron,
  • aunque habían visto mis obras.» R.

Carta I de San Pablo a los Corintios 7,32-35.

Hermanos:

Yo quiero que ustedes vivan sin inquietudes. El que no tiene mujer se preocupa de las cosas del Señor, buscando cómo agradar al Señor. En cambio, el que tiene mujer se preocupa de las cosas de este mundo, buscando cómo agradar a su mujer, y así su corazón está dividido. También la mujer soltera, lo mismo que la virgen, se preocupa de las cosas del Señor, tratando de ser santa en el cuerpo y en el espíritu. La mujer casada, en cambio, se preocupa de las cosas de este mundo, buscando cómo agradar a su marido.

Les he dicho estas cosas para el bien de ustedes, no para ponerles un obstáculo, sino para que ustedes hagan lo que es más conveniente y se entreguen totalmente al Señor.

Evangelio según San Marcos 1,21-28.

Entraron en Cafarnaún, y cuando llegó el sábado, Jesús fue a la sinagoga y comenzó a enseñar.

Todos estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.

Y había en la sinagoga un hombre poseído de un espíritu impuro, que comenzó a gritar: “¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios”.

Pero Jesús lo increpó, diciendo: “Cállate y sal de este hombre”.

El espíritu impuro lo sacudió violentamente y, dando un gran alarido, salió de ese hombre.

Todos quedaron asombrados y se preguntaban unos a otros: “¿Qué es esto? ¡Enseña de una manera nueva, llena de autoridad; da órdenes a los espíritus impuros, y estos le obedecen!”.

Y su fama se extendió rápidamente por todas partes, en toda la región de Galilea.